Es frecuente atender en nuestra consulta de flebologia, a mujeres en el tercer trimestre del embarazo que refieren pesadez de piernas y, aumento del tamaño (y visibilidad) de sus venas de la pierna. Otras mujeres nos consultan por la aparición de varices en la cara interna del muslo y en los labios mayores de su vulva (varices vulvares).
Estas venas son el resultado del aumento del flujo de sangre venosa en el útero grávido, y a la compresión que este produce sobre las venas de la pelvis, al ir aumentando de tamaño conforme avanza el embarazo. Ocurre igual que con otras venas “vecinas” como son las venas hemorroidales, que también aumentan de tamaño y pueden dar síntomas al final del embarazo.
Estas varices vulvares, afectan al 4% de las embarazadas, sobretodo durante el tercer trimestre, y se pueden asociar, o no, a varices en las piernas (sobre todo en cara interna del muslo). Son causa de hinchazón del área vulvar, y disconfort en esta zona, que aumenta a lo largo del día, especialmente si se permanece muchas horas de pie o sentada, y durante, o después, de mantener relaciones sexuales.
Lo primero que hay que decirle a estas mujeres, es que estén tranquilas, que no es problema grave, y que en la mayoría de casos, estas varices vulvares (y sus molestias) desaparecen en las primeras semanas posteriores al parto, y que no son ningún problema a la hora de un parto vaginal.
Pero hasta llegue este momento se pueden dar consejos para aliviar sus síntomas: