La úlcera venosa o ulcera varicosa es la etapa final de la insuficiencia venosa crónica, y es el tipo más común de úlcera en la pierna. El desarrollo de una ulcera varicosa en el tobillo o en la parte distal de la pierna puede ocurrir espontáneamente o después de un traumatismo menor como un roce o arañazo. Estas úlceras pueden ser dolorosas y muy exudativas, tardan mucho en curarse y suelen reproducirse con frecuencia. Este ciclo de curación y recurrencia tiene un impacto considerable en la salud y calidad de vida de los individuos, y en sus costes médicos y socioeconómicos. La ulcera varicosa es un problema común y costoso en todo el mundo; su prevalencia se estima entre el 1,65% y el 1,74% en el mundo occidental y es más común en adultos mayores de 65 años.
El tratamiento principal de la ulcera varicosa es la terapia de compresión con un vendaje o una media, con lo que se consigue reducir la hipertensión venosa, mejorar el retorno venoso y la reducir el edema periférico. Sin embargo, los estudios muestran resultados no siempre satisfactorios, con hasta un 50% de úlcera varicosa sin cicatrizar después de dos años de compresión. La falta de continuidad del uso de la media puede ser la causa principal de estos malos resultados, pero también podría influir la presencia de inflamación en las personas con insuficiencia venosa crónica, por lo que un tratamiento que reduzca la inflamación podría acelerar la curación de la ulcera varicosa y reduce la frecuencia de recurrencia de la úlcera. La aspirina oral podría tener un impacto significativo en la práctica clínica sobre esta ulcera varicosa.
La evidencia de la eficacia de la aspirina sobre la curación de la ulcera varicosa y la recurrencia en los ECA de alta calidad actualmente se carece.
