Guiados por la gran cantidad de información de la que hoy se dispone a través de Internet, muchos pacientes buscan información sobre los nuevos tratamientos para las varices. En esta pagina vamos a intentar ofrecer información útil y veraz sobre estos nuevos tratamientos para las varices.
En primer lugar decir que el tratamiento intervencionista más habitual de varices en nuestro país (la Fleboextracción, safenectomía o stripping de la vena safena) es una técnica totalmente válida si se realiza correctamente y cuando esta indicada. El problema es que, al ser la única que está cubierta por la Seguridad Social o las aseguradoras, se usa en todo tipo de pacientes esté indicada o no. Ademas, al ser una técnica clásica, que todos los cirujanos aprendieron en su formación genérica, es realizada por cirujanos no especializados en varices, con el mismo procedimiento que aprendieron hace años. Todo ello, junto a que precisa ingreso hospitalario, anestesia y una recuperación no desdeñable, y a sus posible secuelas, contribuye a su mala fama, y a que muchos pacientes busquen nuevos tratamientos para las varices.
En los últimos años se han desarrollados nuevos tratamientos para las varices en sustitución de la cirugía clásica. Entre estos nuevos tratamientos para las varices destacan:
1. Esclerosis con espuma eco-guiada: Consiste en inyectar dentro de la vena enferma una sustancia irritante en forma de micro-espuma. La inflamación que se produce consigue cerrar la vena, evitando el reflujo venoso. Sus principal ventajas es que se realiza en consulta sin anestesia (lo que abarata los costes); no causa heridas, y no requiere ningún reposo. Sus inconvenientes son: que precisa numerosas sesiones, es poco eficaz en venas muy dilatadas, la inflamación de una vena muy superficial suele ser molesta y mancha la piel, y su efecto puede desaparecer después de un tiempo variable. Existen resultados a largo plazo que la abalan como una técnica útil en determinados pacientes (no en todos).
2. Radiofrecuencia (RF), Endoláser y Vapor de Agua: Consisten en cerrar la vena aplicando calor mediante un catéter que se introduce en la vena mediante una punción. Los 3 tratamientos son muy similares y la única diferencia es la fuente de calor que se aplica. Sus principal ventajas son que su resultado es bastante duradero a largo plazo (mucho mas que la esclerosis con espuma) y que tienen una recuperación muy corta (días). Sus inconvenientes son: se suele realizar en un ambiente quirúrgico (puede ser una consulta preparada) y precisa anestesia local o regional. Todo ello, junto a la necesidad de un aparataje especifico eleva su coste. Existen resultados a largo plazo tanto de la RF como del Endoláser que los abalan como las técnicas de elección en la mayoría de casos.
3. Clarivein: Combina las técnicas anteriores. Se introduce dentro de la vena un catéter con un «latiguillo» que al girar muy rápido va lesionando la capa interna de la vena. Al mismo tiempo, por el catéter se la introduciendo un esclerosante que acaba de cerrar la vena por inflamación. Sus ventajas son sus buenos resultados (solo los hay publicados a corto-medio plazo), y su mínima recuperación. Entre sus inconvenientes estarían la necesidad de realizarla en un ambiente quirúrgico, que sea aconsejable algún tipo de sedación (porque puede ser molesta), y el coste del catéter. Se usa fundamentalmente en el tratamiento de la Vena Safena Menor (la que va por detrás de la pierna).
4. Pegamento (VenaSeal): Se basa en un concepto totalmente distinto a los anteriores: mediante un catéter especial se van aplicando pequeñas cantidades de un cianocrilato especial que cierra la vena. No precisa ningún tipo de anestesia, reposo, ni media (aunque se aconseja). El problema es su elevado coste y la falta de estudios a largo plazo.
En cualquier mas importante que el tratamiento es la indicación adecuada correcta y la experiencia-especialización del profesional que lo aplica. Debe de ser un cirujano flebólogo (especialista en varices).
