Muchos tratamientos aplicados en medicina provienen de la observación de cómo la naturaleza trata dicho problema. Un ejemplo es cómo evitar que el aumento de la presión de la sangre venosa en las piernas, acabe desarrollando úlceras varicosas.
Se sabe que las úlceras varicosas están causadas por un aumento crónico de la presión venosa a nivel de la pierna-tobillo, como consecuencia del mal funcionamiento de las válvulas de las venas en la insuficiencia venosa.
Esta presión se modifica con la postura (aumenta al ponernos de pie y disminuye al acostarnos) ya que está directamente relacionada con la distancia desde el corazón a las venas de las piernas (la presión es mayor cuanto mayor es la altura de la persona).
Entonces, si nos fijamos en la naturaleza, encontramos un animal, la jirafa, que casi siempre está de pie, y cuya distancia desde su corazón a sus patas es más del doble que la de un humano. Resultaría lógico que las jirafas padecieran de varices y de úlceras varicosas, pero esto no ocurre. ¿Que las protege contra esta hiperpresion venosa?
Este hecho, entre otros, motivó a los científicos de la NASA que realizaron investigaciones estudiado la hemodinámica de las jirafas en un esfuerzo para diseñar el traje de gravedad ideal para los astronautas.
Entre otras cuestiones anatómicas (las arterias y las venas se concentran exclusivamente en el centro de la pierna), la principal explicación es que las jirafas tienen una piel extremadamente resistente y fibrosa.
Es como si las jirafas usarán siempre una media de compresión. Además esta media es poco elástica.
Estos hallazgos, además de apoyar el uso de vendajes o medias de baja elasticidad en los pacientes con úlceras varicosas, deberían servirnos de ejemplo a la hora de prevenir el desarrollo de varices: aconsejar el uso de un calcetín a los pacientes que tengan antecedentes de varices y presenten trabajos de riesgo por estar muchas horas de pie. Si se les pone el ejemplo de las jirafas, seguro que entienden la conveniencia de su uso.